
Fotografía por: Carlos Enrique Espinoza León
PRÓLOGO
por: Virginia Carrillo Rodríguez
A lo largo del tiempo que llevo dando clases en la licenciatura en Lengua y Literatura Modernas de nuestra Universidad Modelo, constantemente me asalta la inquietud de que existen trabajos que escribe el alumnado –relacionados con sus temas de estudio–, que merecerían trascender el espacio del aula. Motivada por dicha inquietud fue que a finales de 2013 planteé al grupo, que en ese momento cursaba el quinto semestre, la idea de solicitar un espacio de participación en la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán 2014 (FILEY), para compartir los ensayos finales que se habían elaborado para la asignatura Literatura hispanoamericana del siglo XIX que llevaban conmigo.
Recorrer el siglo XIX hispanoamericano resulta, las más de las veces, un camino de claroscuros. La fuerza del espíritu romántico suele causar impacto profundo, de distintas maneras, pero es difícil no reaccionar ante él. Eso había ocurrido durante aquel curso, al final las y los estudiantes se encontraban en la tensión de querer sacudirse de la atmósfera del Romanticismo, pero al mismo tiempo deseaban decir las cosas que de las obras y los autores les habían impresionado.
Abril Méndez, Ana Charruf, Brigitte Aranda, Gilberto Posada, Jonatán Delgado, Josimar Medina, Sylvia Moreno y Priscila Rodríguez escribieron buenos ensayos que valían la pena mostrarse. Como siempre lo fue y lo seguirá siendo, el entusiasmo de Jonatán empujaba al grupo y fue este joven poeta quien le dio seguimiento a la idea, reuniendo los trabajos y dándole nombre a la mesa panel que tendría lugar en la FILEY:
– Le estoy poniendo un título tentativo a la mesa Amor y muerte en la literatura del siglo XIX, algo que llame la atención y también para que sepan dónde incluirla. Jajaja es dramático como nosotros–me dijo Jonatán por inbox. Más adelante me fue enviando los textos de quienes se animaron a participar, con las adecuaciones hechas para ser leídos en voz alta. Jonatán hablaría de la obra poética de Manuel M. Flores, Josimar de Martín Fierro de José Hernández, Priscila de Gertrudis Gómez de Avellaneda…
La mesa panel se llevó a cabo el 9 de marzo de 2014 y la experiencia de compartir ideas y puntos de vista sobre lo estudiado del Romanticismo hispanoamericano fue grata tanto para los expositores, como para el público asistente. Algo que pudimos constatar entonces, y que es uno de los fundamentos que da a la literatura su condición de objeto de estudio, fue su dimensión dialógica, donde la interpelación al texto literario puede motivar otras interpelaciones y convertir el diálogo en una inacabable enunciación de carácter intertextual: Gertrudis Gómez de Avellaneda en el siglo XIX hablando de sí misma y su escritura con un destinatario-confidente en el conjunto de epístolas conocidas más tarde como Autobiografía, Priscila analizando esas cartas un siglo más tarde; Jonatán reflexionando sobre la singular poesía de Manuel M. Flores, y un año después Diego Torres –de sexto semestre de LLM– escribiendo sobre el mismo autor y dialogando con la escritura de Jonatán… La literatura tiene la potencialidad de sustraernos del tiempo y depositarnos en otro sitio donde la palabra es residencia de una forma perenne de existir.
En las siguientes páginas podrán conocer aquellos textos expuestos en la pasada FILEY; ya tendrán ustedes, lectores y lectoras de Al Pie de la Letra Lado B ocasión, si así lo desean, de establecer sus propias conversaciones con ellos y con las obras y autores abordados para enriquecer la dialogicidad interminable donde la literatura nos permite ser de otro modo.
Muchos de quienes están leyendo estas páginas lo saben, Jonatán salió por una grieta del tiempo fechada en 19 de abril y aquí nos hemos quedado sus colegas, profesores, amistades y familiares, extrañándolo profundamente. Sin embargo, en algún sentido podemos remontar su partida con lo más esencialmente humano que somos capaces de hacer: convirtiendo su voz en signo, en materia decible, en palabra, que, potenciada por el fuego primigenio de la literatura, resulta en estrategia y posibilidad de darle continuación a su existir. Por ello pienso con frecuencia, cuando recuerdo a Jonatán, en lo dicho por el enorme poeta argentino Juan Gelman cuando recibió el Premio Cervantes en 2008: “Pero ahí está la poesía de pie contra la muerte».